Cuando nos encontramos finalizando la ya conocida etapa de volumen, viene una de las favoritas en cuanto a fisicoculturismo: la etapa de definición. En esta nos enfocamos, cómo su nombre lo dice, en conseguir la mayor definición muscular, apoyándonos principalmente de la pérdida de líquidos y el alto consumo de proteínas y bajo consumo de calorías.

Por otro lado, no podemos perder la musculatura ya generada con anterioridad en la etapa de volumen, es por esto que en esta ocasión te traemos algunos consejos que tienes que seguir para tener una mejor etapa de definición.

Consume más proteínas

La ingesta de proteínas es fundamental para ganar masa muscular y reducir la grasa corporal.

Una dieta pobre en proteínas se traduce en pérdida de masa muscular, por lo que, si haces ejercicio y no te alimentas bien, puedes obtener el resultado contrario al esperado.

Consume carbohidratos y proteínas antes y después de entrenar

Para lograr una buena definición muscular lo ideal es ingerir carbohidratos y proteínas antes y después de nuestro entrenamiento, puesto que, además de la dosis extra de energía que necesita nuestro cuerpo, estaremos ayudándole a recuperar aquellos componentes esenciales para el mantenimiento del sistema muscular.

El consumo de carbohidratos debe ser limitado, tratando de reducir la cantidad de glúcidos y priorizando los carbohidratos de cadena larga como, por ejemplo, los productos integrales, que te ayuden a saciarte más rápidamente, aportándote al tiempo la energía que necesitas.

No te olvides de las grasas… ¡también son saludables!

Las grasas juegan un papel fundamental en nuestra alimentación y en los procesos internos de nuestro organismo.

Procura consumir grasas saludables, puesto que estas, también juegan un papel fundamental a la hora de definir el musculo y garantizar tu buen funcionamiento hormonal.

En resumidas cuentas, para definir nuestra musculatura es necesario reducir la grasa corporal, así como la retención de los líquidos, pero prestando atención a no forzar el cuerpo y evitar carencias nutricionales o lesiones. Es necesario mantener una constancia, tanto en el entrenamiento como en el mantenimiento de una alimentación equilibrada y suficiente para que nuestro organismo no se resienta. Y por supuesto, no olvides el descanso, ya que, sin un periodo de recuperación adecuado, por mucho ejercicio que realices, tus músculos no podrán regenerarse.