Cuando trabajas con tu cuerpo para hacerte más rápido, más fuerte o más resistente, hay una adaptación, es decir, exiges a tu cuerpo un trabajo al que no está acostumbrado a realizar, para que este se compense, y para que el próximo esfuerzo sea más fácil de realizar.
Si quieres cambiar tu cuerpo, es necesario entrenar con intensidad para obligarlo a crecer, y si terminas la serie sin llegar al fallo esta no valdrá para otra cosa que para quemar algunas calorías. Recuerda que si paras la serie sin llegar al fallo no habrá adaptación, ya que el cuerpo no la necesita porque es un esfuerzo con el que puede trabajar. La confusión está, en que a veces se entrena demasiado y por eso en lugar de crecer se sobreentrena, este es el error.
Por ejemplo, el día que decides levantar 50 kilos en lugar de 40, duele, sufres y rompes tejidos. Cada vez que algo se rompe en tu cuerpo hay una respuesta inflamatoria, en este caso beneficiosa. Si a lo largo de las horas siguientes has comido cosas correctas, el cuerpo se regenera, pero esta vez construye los músculos un poco más grandes que antes. Tienes que saber que, si estás trabajando para hipertrofia el rango de repeticiones será de 6 a 12 o 15 como mucho, por lo tanto, no hagas menos de 6 ni más de 15.
El fallo muscular es el punto en el que eres incapaz de levantar un peso una vez más sin perder la forma, el musculo está agotado y no te obedece y es aquí a donde hay que llegar. Ese fallo garantiza que estás entrenando con la intensidad adecuada, y que has dado a tu cuerpo estímulo suficiente para que mejore. Aunque sabemos que este cambio también dependerá mucho de tu alimentación y tu descanso.